
03 Ene Israel y Palestina, mejor ir a que te lo cuenten
Es una frase manida sí, que podrás encontrar en el título de cualquier blog de cualquier país, pero he querido recurrir a ese tópico porque creo que es mejor descubrir por uno mismo lo que está pasando esa zona en conflicto permanente para sacar tus propias conclusiones. Con este párrafo inicial os estoy diciendo que yo no me voy a meter a valorarlo, obviamente tengo mi opinión y en privado por e-mail o unas cañas os la cuento sin problema, pero por aquí prefiero no manifestarme de más. Pero es eso, a Israel y Palestina es mejor ir a que te lo cuenten.

El Muro de las Lamentaciones y la Mezquita de Al-Aqsa
Todo viaje en esta zona empieza en Tel Aviv, un crisol cultural donde puedes encontrar arquitectura modernistas de Bauhaus, un paseo marítimo muy agradable cuando no sopla el viento, una ciudad histórica (Jaffa) con mucha historia e historias que contar y que puedes descubrir en un tour gratuito. También puedes comer uno de los mejores hummus del mundo y salir de fiesta hasta el amanecer.
Creo que es mejor descubrir por uno mismo lo que está pasando esa zona en conflicto permanente para sacar tus propias conclusiones..
Pero a menos de una hora de Tel Aviv encontramos Jerusalén, una ciudad que respira historia, pasado, presente y quizá futuro de la humanidad, que da cobijo a cientos de miles de peregrinos de tres religiones diferentes y en la que se masca la tensión por momentos. Obviamente Jerusalén tiene su propia entrada en la que describo lo vivido allí

Rezando en el muro, Jerusalén
También tiene su propio post Mitzpe Ramon, que ofrece una visión diferente de Israel. Un cráter enorme en el desierto, cráter que se recorre andando y en el que va cambiando el paisaje cada poco. Para ir al desierto es conveniente saber cómo está el tiempo allí. Se puede ir durante todo el año, pero hay unos meses en los que pasarás bastante calor. Infórmate aquí.

En Mitzpe Ramon, Israel
El Mar Muerto tiene una foto, una foto curiosa flotando sin esfuerzo y más que una foto, una sensación, sensación muy salada, que recorre al viajero desde su dedo gordo hasta el cuello porque la cabeza ni se os ocurra meterla en el agua si queréis seguir conservando la vista.
Por destacar algo más de Israel, no puedo no escribir de Acre, una ciudad costera amurallada con historia templaria y hasta napoleónica que contar (algo sucia) y en la que quien esto escribe ha comido el mejor hummus de su vida, (Hummus Said), sin palabras, merece la pena ir solo por esa delicia gastronómica.
Bansky y sus grafitis más famosos nos esperan en Palestina, en Belén.
Bansky y sus grafitis nos esperan en Palestina, en Belén, que además de ese arte callejero pintado en el muro también tiene al alcance de una visita el lugar en el que nació Jesucristo, no os esperéis un portal de barro con la mula y el buey, es una iglesia en la que haces una cola de una hora para ver durante 10 segundos unos ladrillos edificados donde supuestamente nació Jesús.

Grafiti de Bansky en Belén
Ramala acoge al viajero con los brazos abiertos y siempre dispuesta a seducirle por el estómago. Además es un buen emplazamiento para visitar Nablus (más histórica) o Hebrón, que requiere esta última una visita guiada de la que saldrás con mal cuerpo, pero que te ayudará a comprender un poquito más el conflicto.
Aquí te ha contado un poco del viaje, pero si tienes dudas, no dudes en pregunta aquí.