
09 Nov En búsqueda del tiburón blanco
Otro de los atractivos de Sudáfrica es que puedes encerrarte en una jaula a la espera de decenas de tiburones blancos. Algo que para algunos puede ser una locura que no harían en la vida y que para otros es una de las sensaciones más excitantes de su vida y que van a recomendar a todo el mundo. Yo no lo dudé un instante y, por eso, me embarqué en búsqueda del tiburón blanco. Sin duda es una de las experiencias más excitantes de un viaje a Sudáfrica, pero el país africano tiene mucho qué ofrecer, como te cuento en este post de mi viaje. Sigue leyendo y descubrirás dónde bucear con el tiburón blanco en Sudáfrica.

Vista desde arriba del barco, la mancha en el agua es el tiburón blanco.
Quien esto escribe es de los segundos, no es algo que quisiera hacer desde pequeñito, pero una vez me enteré de que se podía hacer. Como te decía, no me lo tuve que pensar ni medio minuto, lo quería hacer. Obvié todos los vídeos de las veces que se rompió la jaula y solo pensaba en la descarga de adrenalina de tener un tiburón blanco a menos de 20 centímetros.
Obvié todos los vídeos de las veces que se rompió la jaula y solo pensaba en la descarga de adrenalina de tener un tiburón blanco a menos de 20 centímetros.
El tiburón blanco llega a medir 7´5 metros y al que todos tenemos más miedo que a un nublado desde que Steven Spielberg rodará la película que más pánico ha metido en el cuerpo a los bañistas. El sitio más conocido para hacer esta excursión es Gansbaai, situado en la costa en la que también es fácil avistar ballenas de junio a septiembre. Situado a unas dos horas de Ciudad del Cabo bien puedes hacer noche allí o pegarte madrugón para hacerlo en el día.

Parece que te mira
Allí, en Gansbaai, hay unas cuantas empresas que hacen la excursión por lo que conviene investigar para saber precios y si la hacen o no porque, a veces, por el mal tiempo no navegan. También hay agencias en Ciudad del Cabo desde las que se puede contratar para ir con tu propio coche o bien llevándote ellos en un minibus.
El sitio más conocido para hacer esta excursión es Gansbaai, donde también es fácil avistar ballenas de junio a septiembre.
Una vez allí, primera recomendación, llevar biodramina y tomarte una pastilla una hora y media antes y otra antes de subirte al barco porque el barco tarda más de una hora en alta mar en llegar a la zona de avistamiento y una vez allí estás parado otras dos horas en movimiento y a merced del oleaje, por lo que los propensos y los no propensos a marearse terminan con el estómago destrozado. El tema mareo depende de lo movido que esté el mar y ahí influye saber cuándo ir a Sudáfrica.

Mirad la distancia entre la jaula y el tiburón
Y luego, pues la experiencia…te pones un neopreno, unas gafas de snorkel y te tiras en una jaula pegada al lateral del barco, desde allí los guías sueltan una especie de sopa de pescado que huele horrible y una foca de gomaespuma para atraer a los tiburones.

Una sonrisita para la cámara…
Solo así, sin alimentarlos, captan la atención de los escualos. Una vez están por la zona, el guía que está encima del barco va indicando donde están los animalitos, en ese momento toca coger aire y sumergirte para verlos de cerca o hacerlos fotos, siempre con el cuidado de no sacar la mano de los barrotes. Adrenalina a tope, sobre todo cuando se acercan y llegan a dar cabezazos contra la jaula.
Si quieres ver más animalitos en Sudáfrica, sin duda, tienes que ir al Parque Nacional Kruger. Aquí te cuento mi experiencia.
Aquí te ha contado un poco del viaje, pero si tienes dudas, no dudes en pregunta aquí.